miércoles, 17 de agosto de 2016

SIGIRIYA, DAMBULLA Y KANDY

Hoy nos levantamos a las 07:00 de la mañana. Desayunamos en el hotel diferentes tipos de pan, sandía, papaya y té y cuando terminamos dejamos las mochilas en el alojamiento y nos vamos andando a la roca de Sigiriya, que queda como a 20 minutos de nuestro hotel.

ROCA DE SIGIRIYA: Se cree que la roca se usó con fines militares en el reinado de Kassapa (477-495 a.C.), quien vivía en un palacio que mandó construir en la cumbre.

Cuenta la Lonely Planet que el rey Kassapa buscaba un lugar donde vivir que fuese imposible de asaltar después de derrocar y asesinar a su propio padre. Aunque varios arqueólogos no creen en esta teoría y apuntan a que Sigiriya fue un monasterio y un centro religioso. Tras el s. XIV el complejo quedó abandonado y se redescubrieron sus ruinas en 1898. Es Patrimonio Mundial por la Unesco desde 1982.

Las taquillas están al principio, justo al lado del museo. La entrada para los extranjeros cuesta 30 dólares (4.260 rupias para ser exactos) por persona, mientras que para los locales cuesta alrededor de 100 rupias.

Esta entrada sirve para tres cosas: visitar el museo, poder iniciar el ascenso a la roca y ver lo que llaman el Mirror Wall a mitad de subida, donde se hallan las pinturas de siglos atrás. Se recomienda visitar la roca a primera hora o a última, porque en las horas centrales llegan grupos de turistas que provocan largas colas durante la ascensión. Aunque a primera vista puede parecer muy complicado, subir a Sigiriya no es costoso, es un camino relativamente fácil y en nuestra opinión es una visita que merece 100% la pena.


Además de los jardines de la base durante la subida se puede visitar diversos puntos, como el cobra hall (o la cueva de la capucha de la cobra, que recuerda precisamente a esto), el audience hall… A mitad de camino hay una escalera de caracol, la entrada a la galería para visitar los frescos de mujeres de grandes pechos que representan apsaras, ninfas celestiales, que también pudieron ser las concubinas del rey Kassapa y es donde se suele montar más cola. También se puede visitar el Mirror Wall (Pared del Espejo), a la salida de la galería de los frescos. Es una pared de 3 metros de altura, que en su día estaba cubierta de un barniz brillante y los visitantes escribían allí sus impresiones tras haber visto las mujeres de los frescos (eso cuenta la leyenda local).



En el último tramo de subida, justo antes de llegar a la cumbre, están las famosas zarpas de león. En la cumbre hay varias terrazas y tiene una extensión de 1,6 hectáreas. Apenas quedan unas pocas ruinas, pero las vistas desde allí son impresionantes. Se puede ver a día de hoy las piscinas  y el trono del rey, que se conserva milagrosamente bien.







Entre subir y bajar dedicamos unas 3 horas, pero tenemos que decir que justo antes de acceder a la galería de los frescos estuvimos parados unos 30 minutos en la cola que se forma para subir por la escalera de caracol.

Sigiriya, escalera de caracol
A la salida de la roca visitamos el museo y volvemos de nuevo a la calle principal de Sigiriya. Allí hablamos con un chico que tiene un tuk-tuk con quien negociamos que nos llevará a ver las cuevas de Dambulla, muy cerca, nos esperará mientras las visitamos y nos acompañará a la estación de autobuses, ya que queremos viajar hoy mismo a Kandy. Todo ello por 1.000 rupias. Primero pasamos por nuestro hotel, recogemos las maletas y ponemos rumbo a las cuevas de Dambulla, donde llegamos en unos 25 minutos en tuk-tuk desde Sigiriya, a unos 20 kilómetros. 

Visitar las cueva de Dambulla es otro de los imprescindibles de este viaje a nuestro juicio, y más si estás en Sigiriya y dispones de 1 hora, hora y media, que es lo que se tarda en verlas incluida la visita al llamado Templo de Oro y la ascensión a las mismas.

CUEVAS DE DAMBULLA: Además del Templo de Oro, se pueden visitar cinco cuevas en cuyo interior hay unas 150 estatuas y pinturas de Buda. Las primeras imágenes de Buda tienen unos 2000 años. Hay 5 cuevas, todas ellas impresionantes.

- Cueva 1: Templo del Rey de los dioses. Se puede ver un Buda reclinado de 15 metros de longitud. Hay además varios budas sentados y una estatua de visnú en un santuario dentro de la cueva.

- Cueva 2: La más grande de las cinco y la más impresionante. El techo en su punto más alto está a 7 metros. Incluye una estatua de madera de Valagamba y otra de Nissanka Malla. Hay una estatua de Buda con la mano derecha levantada en posición de protección y con un arco decorado con dragones.

- Cueva 3: El gran templo nuevo. Está llena de estatuas de Buda, entre ellas uno reclinado.

- Cueva 4: Cueva del oeste. Bastante pequeña. El Buda del centro está sentado bajo un arco decorado con dragones, con las manos en posición meditativa formado un cuenco. 

- Cueva 5: Segundo templo nuevo. Hayun Buda reclinado y estatuas de deidades hindúes como Kataragama y Visnú.





Tras dedicar una hora a visitar los templos regresamos a nuestro tuk-tuk, que nos acompaña a la estación de autobuses, donde cogemos uno en dirección a Kandy. El autobús de Dambulla  a Kandy, con aire acondicionado y con varias paradas, cuesta 190 rupias por persona y se tarda alrededor de 2 horas. Llegamos a Kandy poco antes de las 4 de la tarde y lo primero que hacemos es ir a la estación de tren, que queda al lado de la de autobuses.  Dentro de dos días queremos ir a Nuwara Eliya, ya en las Tierras Altas, un trayecto que queremos hacer en tren porque el paisaje en esta parte del país es alucinante. Hemos leído en infinidad de blogs que estos trayectos tienen mucha demanda -y no tardamos en descubrirlo-, especialmente los de primera clase o los que dan acceso al Observation Saloon, el nombre que recibe el vagón-mirador, una especie de vagón que cuenta con una enorme cristalera para poder ir viendo el paisaje al completo. No hay asientos disponibles ni en primera clase ni en segunda para el trayecto Kandy-Nuwara Eliya, está todo reservado. La única opción que tenemos es viajar sin asiento en segunda clase o en tercera, pero los billetes, en este caso, no se pueden comprar hasta el mismo día a las 08:00 de la mañana, que es cuando abren las taquillas. Así que nos tocará venir el viernes pronto para no quedarnos sin poder viajar. 

El impresionante lago de Kandy

* NOTA:  Nuwara Eliya no tiene estación de tren. Hay que viajar hasta un pueblo que se llama Nanu Oya, que está como a 10 kilómetros de Nuwara Eliya, y ahí coger un tuk-tuk.


Una vez salimos de la estación nos vamos al hotel a soltar las mochilas. El que hemos cogido, para dos noches, se llama Jayabo Residence. Es como una especie de casa familiar con varias habitaciones (con baño privado). Queda un poco apartado del centro, andando se tarda unos 20 minutos. La habitación está bien, e incluye desayuno. Hay wifi en el salón común. Lo peor que tiene son los baños, bastante antiguos.

¡EN EL ESALA PERAHERA! Creíamos que no lo íbamos a ver, pero sí. Pudimos ver la última noche del Esala Perahera. Pero ¿y esto qué es? La locura, una de las festividades más importantes de todo Asia. Nada más llegar a Kandy vemos las aceras llenas de gente esperando, algunos sentados en el suelo, otros con sillas bien puestas en las calles. Nos cuentan que llevan desde las 08:00 de la mañana esperando para la procesión, la ruta que empezará a las 21:30 de la noche y que forma parte de la celebración del Esala Perahera, que termina esta noche. 

El Esala Perahera (procesión) se celebra en Kandy en honor al diente de Buda, que está guardado en el Templo que recibe el mismo nombre. Dura 10 días y termina con la luna llena de julio-agosto (lo que en Sri Lanka se llama el Nikini Poya). Desfila un gran número de elefantes, percusionistas, y es todo un espectáculo de música y fuego. A los elefantes los visten con elegantes túnicas de colores y luces. Verlo es todo un espectáculo. 

Tras pasar un rato buscando un hueco desde donde poder ver la procesión, ya casi nos íbamos a dar por vencidos, porque no había ni un triste hueco en la calle. Pero al final encontramos un sitio donde poder parar gracias a unos amigos sri lanqueses que nos hicieron un hueco muy amablemente al vernos tan perdidos y con los que pasamos un buen rato charlando de todo hasta que empezó la procesión. De noche todos los gatos son pardos: menos mal que no nos dimos cuenta del hueco donde estábamos metidos para ver la procesión. Lo descubrimos al día siguiente, ¡ya con luz! Habíamos pasado casi 2 horas metidos en una especie de alcantarillado :)








Ver la procesión fue toda una experiencia que siempre recordaremos. La celebración dura unas 4 horas, pero nosotros estamos poco más de 1:30 estamos literalmente agotados, así que alrededor de las 23:00/23:30 nos vamos al hotel a descansar.

GASTOS DEL DÍA

- Agua: 70 rupias
- Hotel Sigiriya: 4.020 rupias
- Entrada Sigiriya: 4.260 rupias por persona: 8.520 rupias
- Autobús Dambulla-Kandy: 190 rupias por persona = 380 rupias
- Cena Pizza-Hut: 2000 rupias
- Botella de Agua: 80 rupias

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