Día para no olvidar.
Sobre las 09:00 de la mañana llegamos en el autobús nocturno a Hué, Patrimonio Mundial por la Unesco desde 1993. Nada más bajarnos nos "asaltan" dos guías para ver si queremos pasar con ellos el día por Hué. Su intención es enseñarnos los sitios principales de la ciudad. Estos asaltos a los turistas son típicos y, aunque puedan parecer molestos, muchas veces se agradecen, porque te proponen planes que pueden resultar muy interesantes. Y eso es lo que nos ha ocurrido a nosotros.
Nuestra idea era pasar el día aquí y a última hora de la tarde coger un autobús que nos llevase a Hoi An, donde seguiríamos nuestro viaje. Pero Tý y Dúnj han cambiado nuestros planes. Al final acordamos con ellos que nos van a llevar a ver las principales tumbas reales de la ciudad, que es lo típico de Hué además de la Ciudadela, y después en un "paseo" en moto de cinco horas nos llevarán a Hoi An. Al principio la oferta nos parece una locura, pero luego nos animamos, porque creemos que puede ser una pequeña aventura recorrer una pequeña parte del país de este modo. De manera que acordamos con ellos que pasaremos el día juntos.
Un paseo por las tumbas reales...
Lo primero que vemos es la tumba de Tu Duc. Esta fue diseñada por el propio Tu Duc y, como nos cuenta la Lonely Planet, construida entre 1864 y 1867. Hubo un intento golpista en 1866 por sus desmesurados costes y los trabajos forzosos, pero fue neutralizado.
La tumba, rodeada por un muro, se encuentra al otro lado de un lago con forma de media luna, aunque en realidad nunca se le enterró aquí. No se sabe dónde, porque los 200 sirvientes que le enterraron fueron decapitados.
La segunda tumba a la que accedemos es la de Minh Mang. Quizá sea la más majestuosa de las tumbas reales. Es famosa por su arquitectura, que se integra armónicamente en el entorno. Fue construida entre 1841 y 1843.
De allí nos vamos a la tumba de Khai Dinh. Este monumento constituye un cambio asombroso respecto al estilo arquitectónico de las otras tumbas reales: es un compendio de elementos vietnamitas y europeos. Kai Dinh fue el penúltimo emperador de Vietnam (1916-1925) y su tumba se tardó 11 años en levantar (de 1920 a 1931).
Al salir de la última y tercera tumba que vemos, ya es casi la hora de comer. Como tenemos que emprender el camino a Hoi An, decidimos con nuestros guías que pararemos a comer en algún sitio ya en la carretera. Y vaya qué sitio! Una caseta totalmente auténtica a la salida de Hué en la que solo comen los locales y donde nos sirven una especie de carne que nunca sabremos qué fue. Muy curioso.
Desde ahí ya hacemos el camino del tirón, unas 5 horas de trayecto en la moto, conductor, uno de nosotros y nuestra mochila. Solo paramos para descansar un par de veces, una de ellas en la famosa playa de Lang Co Beach, una de las más bonitas del mundo, según dicen.
Bien entrada la tarde llegamos ya a Hoi An, donde nos despedimos de nuestros acompañantes y nos ponemos a buscar hotel para pasar, de momento, esta noche. Soltamos las cosas, nos refrescamos y salimos a cenar.
El hotel donde nos quedaremos en Hoi An se llama An Hoi Hotel y está muy céntrico, en Nguyen Phuc Chu, 69. Tiene piscina, wifi y sale alrededor de 25 dólares la noche. No tiene desayuno.
¡Hoy ha sido un día agotador!
