¡Caminito del Rey! Teníamos muchas ganas de poder visitar este paraje natural, el Desfiladero de los Gaitanes, ubicado entre los municipios de Álora, Antequera y Ardales, y hemos aprovechado estas vacaciones de Navidad para poder acercarnos hasta Málaga y dedicar una mañana a visitar la reconstrucción de este desfiladero. Un año después de la reapertura al público todavía hay una gran afluencia de visitantes y las entradas se agotan, por lo que hay que comprarlas con algo de antelación.
Llegar hasta aquí no requiere excesiva preparación física, y la ruta es totalmente segura. Eso sí, no es apta para personas con vértigo, porque hay algún tramo que quita la respiración.
El paisaje es espectacular, y la sensación de transitar por este caminito, única. El recorrido es lineal, no circular, de unos 8 kilómetros, y tardamos en recorrerlo unas 2 horas, 2 horas y media con paradas incluidas.
Se inicia por la zona del pantano del Conde de Guadalhorce, en el término municipal de Ardales y se termina en la presa del Chorro, en el término municipal de Álora.
En la página web www.caminitodelrey.info podéis encontrar toda la información relativa al Caminito: recorrido, historia, flora, fauna… Hay dos puntos de acceso, la senda (un caminito de montaña hasta llegar al centro de visitantes, donde te dan el casco y te revisan la entrada) y la pista de Gaitanejo, para hacer más kilómetros o menos, según se quiera.
Recorrido (extraído de la página web anteriormente citada)
- Caseta de recepción de visitantes y embalse de Gaitanejo
- Primer cañón. Desfiladero de Gaitanejo (2,9km. Desde torno de entrada hasta torno de salida)
- Segundo cañón. El Tajo de las Palomas
- El Valle del Hoyo
- Tercer cañón. Desfiladero de los Gaitanes
- Tramo final. Pasarela hasta el torno de salida
- Paseo del Ferrocarril, senda de bajada hacia la estación de El Chorro (2,1 km.)
Historia del Caminito del Rey (según los carteles a lo largo del recorrido)
Hasta mediados del siglo XIX el Desfiladero de los Gaitanes era poco más que un valle transitado únicamente por pastores y cazadores. A partir de entonces, la industrialización hizo pensar en crear una línea férrea entre las cuencas mineras de Córdoba y las fábricas de Málaga. Esta línea se terminó en el año 1865 atravesando el desfiladero por túneles y viaductos.
A finales del s. XIX se buscan alternativas al carbón para satisfacer la creciente demanda energética. Un ingeniero, Rafael de Benjumea, recibe el encargo de aprovechar el desnivel existente entre la entrada y la salida del desfiladero para producir electricidad. La obra, terminada en 1906, consistía en desviar el agua a la entrada de Gaitanejo, forzarla a circular durante 3 kilómetros por un canal hasta la salida de los Gaitanes, para dejarla caer desde más de cien metros de altura hasta la primitiva central Salto del Chorro. Un camino adosado a la roca ayudaba en las tareas de mantenimiento del canal. Por los pequeños balcones que aún existen en el tramo superior el camino recibió el nombre de Balconcillos de los Gaitanes.
Para garantizar la producción eléctrica incluso en años de sequía, en 1920 se construyó el Pantano del Chorro, en el río Turón. Aguas abajo, en 1927, se terminó el Embalse de Gaitanejo, para regular también los aportes de los ríos Guadalteba y Guadalhorce. El 21 de mayo de 1921, el Rey Alfonso XIII coloca la última piedra del Embalse de El Chorro y recorre el Camino de los Balconcillos hasta la localidad de El Chorro. Por su obra, el rey concedió a Rafael de Benjumea el título de Conde de Guadalhorce. Desde 1953 el primer pantano lleva este nombre y el vertiginoso camino de servicio, Caminito del Rey.
En el año 2000 se prohibió el acceso por motivos de seguridad. En 2015 se abre de nuevo al público.
