domingo, 21 de julio de 2013

Día 7. De Mandalay a Bagan (21/07/13)

A las 05:30 nos ponemos en marcha. Metemos todo en la mochila, una vez más, y nos reunimos con los dos chicos que nos llevarán a la estación de autobuses por 2.500 MMK. Tenemos próximo destino: BAGAN.

A las 07:30 sale nuestro autobús y a las 14:00 llegamos a destino. Bagan se divide, por entendernos, en tres partes:

- Nyaung-U: zona más alejada de los templos principales, pero donde suelen quedarse la mayoría de mochileros. Es ahí donde se encuentran los principales hoteles a precio económico, guest house y demás. Además, tiene la mayor concentración de bares y tiendas de todo Bagan. Ahí es donde nos deja nuestro autobús.

- New Bagan: zona intermedia, tanto por cercanía a los templos principales como por precio. Los hoteles de esta zona suelen rondar los 40 dólares, algo caro para quien viaja durante muchos días, pero la mayoría son tipo resort y suelen tener piscina.

- Old Bagan: zona más próxima a los principales templos y edificios. Los hoteles aquí son especialmente caros.

Tras echar un vistazo a un par de hoteles, finalmente decidimos alojarnos en Nuevo Bagan, será nuestro capricho del viaje. El hotel, llamado Kaday Aung, está formado por pequeñas cabañas, con la cama en el suelo. La piscina del hotel nos servirá para relajarnos durante nuestra estancia en Bagan. ¡Recorrer los templos va a ser duro!

Nuestra primera tarde aquí decidimos ir por libre, no tenemos mucho tiempo hasta que anochezca, y decidimos hacer la típica turistada de ir a ver la puesta de sol a la gran pagoda Shwe-san-daw. Para ello alquilamos una bicicleta. La verdad es que la visita vale mucho la pena, las vistas son espectaculares y ver el atardecer desde ahí es impresionante. A pesar de todos los turistas que tienes a tu alrededor.

Vistas de los templos desde la Shwe.san-daw
Vistas de los templos desde la Shwe-san-daw


TASAS ESTATALES:


Hay que tener en cuenta que todos los extranjeros que visitan la zona arqueológica de Bagan deben pagar una entrada de 15 dólares por persona. Vale para una semana. La entrada no te la suelen pedir en ninguna pagoda ni ningún templo, pero sí nos la han pedido en la Shwe-san-daw Paya. No nos la volverán a pedir en ningún sitio.

De vuelta al hotel dejamos las bicis y decidimos cenar algo en el restaurante del hotel, al lado de la piscina.

¡Hasta mañana!


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