domingo, 3 de diciembre de 2017

DÍA 3. TRINIDAD

A las 05:30 ya estamos en pie. Tenemos que preparar las cuatro cosas que nos vamos a llevar para pasar una noche en Trinidad. La mochila grande la dejaremos en la Habana porque volvemos al día siguiente. 

 A las 7:15 desayunamos y a las 08:00 ya estamos esperando al taxi que nos llevará a Trinidad y que contratamos el viernes. Llega a las 08:30, con un poco de retraso, en una tartana que, más tarde nos cuenta, es del año 82. Un coche que prácticamente solo conserva la chapa exterior, porque el resto de piezas se las van cambiando a medida que se van estropeando, incluido algún cambio de motor. 

El camino a Trinidad dura aproximadamente 5 horas en coche, con una parada de 20 min. incluida. Las carreteras están muy mal y la velocidad limitada a 100 km/h. Y menos mal que no hemos decidido alquilar nuestro propio coche porque no hay señales por casi ningún lado!! A pesar de las 5 horas el viaje se hace bastante ameno, porque vamos haciendo preguntas a Félix, el taxista, sobre la vida en Cuba. Nos cuenta cómo funciona la carta de racionamiento, a qué se dedica su familia, cómo se vivió la muerte de Fidel y cómo resulta la vida con Raúl, donde nació... Pasamos también por delante de una refinería (ya pasada la ciudad de Cienfuegos) y nos comenta que fue un regalo de Hugo Chávez a Fidel Castro y al Pueblo Cubano. 

A las 13:30 llegamos a la colorida Trinidad, un pueblecito que nos conquista nada más llegar. Sus calles empedradas, sus coches de caballo, sus casas de distintos colores y tamaños con esas puertas gigantes y esos ventanales... Parece que la ciudad se hubiese detenido en el tiempo hace años y años. Esta villa colonial tiene un encanto único. 

Eso sí, en seguida nos daremos cuenta de que está demasiado orientado al turista, y repleta de extranjeros. Por las calles se ven prácticamente más turistas que cubanos por decirlo de algún modo, hay supermercados en varias calles y una de cada dos casas alquila habitaciones de forma legal (tienen su sello distintivo, con el correspondiente pago de impuestos). 

Soltamos las mochilas y salimos a explorar Trinidad. Pasamos primero por el Parque Céspedes, muy cerca de nuestra casa y vamos a comer al restaurante Plaza Mayor, situado en la misma plaza. Después decidimos callejear sin rumbo y a cada esquina nos encontramos con alguien tocando música en directo, con algún mercadillo de artesanía... 




Estas son las iglesias de Santa Ana y de la Santísima Trinidad, ubicada en la misma Plaza Mayor.

Iglesia de la Santísima Trinidad

Iglesia de Santa Ana

Al atardecer hacemos un alto en la escalinata de la Plaza Mayor y vemos la puesta de sol con una canchánchara (un tipo de cóctel) y dos piñas coladas en mano.




Pasamos también por la oficina de Cubanatur, donde preguntamos por los minibuses que llevan a Playa Ancón, a 12 kilómetros de Trinidad. Ya que tenemos tiempo de sobra porque no nos vamos de Trinidad hasta mañana a las 16h queremos ir a ver algo de playa en este país. Los buses que te llevan hasta allí, a unos 20-25 min. de Trinidad, cuestan 5 CUC ida y vuelta y salen a las 09:00 el primero justo fe enfrente de la oficia de Cubanatur. 








Sobre las 19h, ya cansados, vamos regresando a casa de Manolo y Blanca dando un paseo. Entre que picamos algo que hemos comprado en el super y nos duchamos dan las 21 y nos vamos a dormir. 









GASTOS DEL DÍA

- Casa particular Paco y Mercy: 135 CUC 
- Dos bocadillos de Jamón y queso y un refresco: 7,65 CUC 
- Comida restaurante Plaza Mayor: 29 CUC 
- Imanes: 2 CUC 
- Propina músico: 0,50 CUC 
- Bebidas piña colada: 4,50 CUC 
- Supermercado: 6,30 CUC 
- Supermercado: 2,40 CUC 
- Tarjetas wifi: 2 CUC

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