domingo, 14 de agosto de 2022

LLEGAMOS A CIVITAVECCHIA

Nos levantamos sobre las 09:30 y bajamos a la cafetería a buscar el desayuno, que tenemos incluido.

 Un cruasán y un café o zumo. Lo subimos al camarote y nos lo tomamos ahí tranquilamente. Tras pasar un rato más en la habitación nos vestimos y vamos a dar una vuelta por el barco. 

Hay infinidad de gente... Algunos han pasado la noche durmiendo en la cafetería, otros se han traído sus propios colchones hinchables y han dormido en las áreas de paso comunes, otros en la cubierta del barco... Este barco tiene 11 plantas, en la 7 está recepción, en la 8 enfermería y algunos camarotes, en la 9 más habitaciones, en la 10 los restaurantes (un self-service, uno a la carta y un par de cafeterías), una tienda de ropa y regalos, un casino... En la cubierta hay otro bar-cafetería y una piscina mini-mini. 

 También tiene una sala de juegos para los más pequeños. Ahí pasamos un rato hasta que a las 12:45 nos ponemos ya en la cola del restaurante para comer, cuando abran sobre las 13:30. Por cierto que a esa hora precisamente hemos llegado a Cerdeña. Ahí hay un cambio grande de personal, muchos bajan y suben otros. Comemos y regresamos a la habitación a descansar un poco, echamos una siesta, tomamos un café... 

 Al fin, cerca de las 20:00 nos avisan: la llegada a Civitavecchia está prevista para las 21:30 y tenemos que dejar ya los camarotes. Así pues recogemos todas nuestras cosas y vamos a pasar el tiempo que nos queda hasta que lleguemos a puerto arriba al lado de la piscina. A esta hora pasa una brisa espectacular y con la música del bar se está de lujo. 

 Por fin, sobre las 21:45 nos dejan acceder al coche, bajamos ya todos juntos y esperamos a nuestro turno de salida. Los coches están tan pegados unos a otros que resulta complicado incluso montarte. Yo me tengo que meter por el asiento trasero y pasarme delante... :)

 En previsión de la hora a la que llegábamos a Civitavecchia cogimos un apartamento para pasar aquí la noche. Y lo tenemos justo a 5 minutos de la terminal, así que no nos cuesta mucho encontrarlo. La verdad es que el alojamiento está muy bien, muy limpio y muy, muy cuidados los detalles. Nos han dejado zumo y agua en la nevera, y desayuno para el día siguiente, cafés, té y alguna pasta. ¡Como se agradece! 

 Soltamos las cosas y lo primero que hacemos es bajar a comprar algo para cenar, que nos subimos a la habitación. Cenamos, nos duchamos y a descansar. Mañana será otro día...

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