miércoles, 14 de agosto de 2024

Nos vamos a Schiltach

¡Qué maravilla Schiltach! 

                Escudo (Shilt - Schild) y ah (agua en alemán antiguo). 

Este pequeño pueblo, situado a entre 300 y 842 metros de altura, es un regalo para los ojos. Ya por el 1275 aparecen las primeras citas escritas de su parroquia, y a esa época se remonta también la fundación del castillo y de la ciudad. La madera, cuyo comercio se extendió hasta Holanda, fue la mayor actividad comercial y todavía queda alguna gran empresa maderera por aquí. También el curtido de cueros tiene una gran tradición en la ciudad, y se sigue practicando hoy día. Se unen la artesanía y el comercio.

Los habitantes de Schiltach llaman a su pueblo de forma cariñosa 'La pequeña ciudad'. 

Llegamos en coche a Schiltach, y lo dejamos en uno de los aparcamientos que hay en el pueblo, al mismo lado del río, cruzando el puente Häberlesbrücke. Como llegamos poco antes de las 13h y llevamos unos bocatas que hemos preparado esta mañana, buscamos una sombra al lado del río Kinzig y hacemos un pequeño picnic antes de ir a descubrir la ciudad. 








Los principales puntos que vemos son: 

1) Häberlesbrücke o puente Haeberle. Desde aquí se obtienen unas vstas espectaculas de las montañas que rodean Schiltach. Permite cruzar el río Kinzig, el más largo de la selva negra con 96 km de largo. Su origen se encuentra en Kehl y desemboca en el Rin. 




2) Fábrica Trautwein: Curtiduría aún en funcionamiento. La familia Trautwein sigue una tradición de más de 300 años, como cuenta la guía oficial de la ciudad, y procesa pieles de oveja para hacer cuero. 
 





3) Museum am Markt, en la plaza del mercado: Si quieres saber más sobre la historia de Schiltach puedes visitar el museo de la ciudad. La entrada es gratuita. 




4) Marktplatz: No sé qué tienen las plazas del mercado de la Selva Negra, pero todas tienen su encanto por una razón u otra. Esta es, sin duda, el corazón de la ciudad. La plaza adquirió su forma actual, rodeada entera de edificios de entramado de madera, después del último gran incendio que ocurrió en 1791. 


















5) Ayuntamiento: En la parte más alta de la Marktplatz se encuentra el ayuntamiento de estilo renacentista, que fue levantado en 1593, con varios añadidos y alguna reconstrucción posterior. 





6) Apothekenmuseum: justo delante del ayuntamiento se encuentra este curioso museo farmacia o farmacia museo. Está reabierta como museo dese 1989, después de haber cerrado como farmacia en 1985. Se pueden observar varios objetos de la época, así como de la labor de los farmacéuticos en el laboratorio y en el almacén de las medicinas.




 7) Iglesia protestante de la ciudad, de piedra arenisca en estilo neo-romano, y cuya construcción transcurrió de 1839 a 1843. Sigue siendo una de las mayores iglesias protestantes de la región. 



8) Bahnpunkt Schiltach: al otro lado del río, cruzando a través de un puente, encuentras la parada de ferrocarril de Schiltach, un pequeño museo en honor a la llegada de este medio de transporte. Inaugurado en 2014, es todo un homenaje a la importancia que supuso la red ferroviaria para la ciudad, que marcó sin duda en 1886 el inicio de una nueva era: la industrialización de Schiltach. 




 Lo mejor que hacer en Schiltach es perderse por sus callejuelas, observar sin parar las coquetas casas de entramado de madera que hay por todo el pueblo y pasear bordeando el río con la montaña de fondo. Si quieres hacer un alto, al lado del río está el café Konditorei, una pastelería con terraza y unas tartas que son un pecado. Y si hace tanto calor como el que nos ha cogido a nosotros estos días, puedes darte un baño y refrescarte en el río, justo enfrente del 'Gamber', una especie de presa con la que se controlaba la navegación en balsa por el río Kinzig, que se remonta a 1391. 







 


















Después de darnos un baño en el río, regresamos al coche. Nuestra intención esta tarde era ir a ver Estrasburgo, a poco más de una hora de distancia de Schiltach y ponemos rumbo a Francia, pero al llegar a la ciudad nos cae una tormenta como no veíamos en mucho tiempo y solo nos da tregua para ver la catedral y la Plaza Kléber. 



Plaza Kléber

Catedral

Catedral

Catedral



















El viaje de vuelta, eso sí, nos regala uno de los arcoiris más impresionantes que hayamos visto nunca.


Gastos del día

- Lidl: 18,63 euros
- Helados: 3 euros
- Café tarta selva negra: 10,90 euros (café solo, tarta, capuccino)
- Gasolina: 75 euros
- Aparcamiento Estrasburgo: 4 euros

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