lunes, 12 de agosto de 2024

Cascada de Geroldsauer, Sasbachwalden, Oberkirch y Gengenbach.

El día lo iniciamos con un buen desayuno y ponemos rumbo a la cascada de Geroldsauer. A su alrededor hay varias zonas  para dejar el coche y hacer buena parte del camino andando a orillas del río. Nosotros dejamos el coche en uno de esos aparcamientos y enseguida nos encontramos con un sendero por el que nos metemos en el bosque y hacemos un tramo de cerca de 2km caminando por el mismo hasta que llegamos a la cascada en unos 20'. 

Durante el trayecto puedes meter los pies e incluso bañarte en varias zonas, o también zambullirte en la cascada una vez llegas a la misma. Tras pasar un rato de caminata y remojarnos los pies en un agua que está buenísima (se agradece teniendo en cuenta que hace una temperatura de 32 grados y una humedad de casi el 80%), regresamos al coche y ponemos rumbo a Sasbachwalden

Sasbachwalden es un pueblo lindísimo de la Selva Negra, que pertenece a la región vinícola de Ortenau...

... con las casas típicas de entramado de madera adornadas con numerosas flores y una panorámica con las montañas detrás que quita el hipo. Aunque no hay mucho por donde recorrerlo resulta curioso visitar su calle principal, ver sus vastos viñedos (el vino de la zona es muy conocido, puedes visitar las bodegas y hay una cooperativa que cuenta con un local donde degustarlo y comprar alguna botella para llevarte). También es una buena oportunidad para ver los puestos de venta en la calle. Son estructuras de madera con productos locales, pero sin vendedor. El cliente mira la mercancía (fruta, queso, huevos) y deposita el dinero en una caja. 




Puesto de fruta en Sasbachwalden


Pasamos un tiempo paseando por el pueblo y antes de irnos vamos a ver la Iglesia Holy Trinity y abandonamos Sasbachwalden entre viñedos.






Rumbo al castillo de Schauenburg! 

Cogemos de nuevo el coche y desde Sasbachwalden ponemos rumbo a Oberkirch, donde hacemos parada para subir a ver el Castillo en ruinas de Schauenburg, una parada muy breve pero chula. 

El castillo, ubicado sobre una colina de 367 metros, fue construido entre los años 1070 y 1090. Sufrió dos demoliciones y se conservan sus ruinas desde el siglo XVIII, que están en perfecto estado y dos de sus torres se conservan de una manera espectacular, así como la puerta de entrada al castillo, una muralla y lo que en su día se dice que fue la capilla. También se puede ver claramente el foso.






Visitado el castillo vamos a nuestra parada final del día y uno de los platos fuertes del viaje, Gengenbach.

Llegamos a Gegenbach a las 16h de la tarde y buscamos un aparcamiento al lado de la Marktplatz. Solo se paga hasta las 18h, así que echamos un par de euros y vamos a recorrer esta ciudad de cuento. Con razón dicen que Gengenbach es la joya de la corona de la Selva Negra. Es un pueblo de encanto, que robó un pedacito del corazón de Tim Burton y le inspiró para su película Charlie y la Fábrica de Chocolate. 

Lo primero que hacemos es ir a la Oficina de Turismo que está en la misma Marktplatz, cogemos un mapa y nos ponemos a explorar la ciudad. 

1) La primera parada es la Torre de la Puerta Superior, Haigerach. Es una torre de vigilancia y defensa que da acceso a la ciudad. En la puerta que da salida a la misma hay un reloj solar y el escudo de Gengenbach, del año 1618.




2) Desde ahí deshacemos un poco nuestros pasos y vamos a ver la Iglesia de Santa María y la Abadía. Antes de la destrucción de la ciudad en 1689, cuenta la guía oficial de la ciudad, la basílica tenía en la parte oeste dos campanarios. Su reconstrucción fue encargada al arquitecto Franz Beer, que levantó la nueva iglesia en un espacio barroco luminoso que desapareció años después, con la restauración de 1896. 





3) Rodeamos la iglesia y vamos a ver la Torre del Prelado, convertida por una caseta de jardín por el Abad benedikt Rischer en 1750. Hoy se puede visitar el jardín parroquial. 




4) Callejeando llegamos hasta la Puerta del Kinzig. Es la torre más alta y fuerte, cuya principal función era la defensa de la ciudad. El vigía recaudaba desde su puesto los aranceles de aduana tanto de las balsas que llegaban por el río Kinzig como de los mercaderes que llegaban a la ciudad por el puente. Gengenbach, como ciudad libre, poseía el derecho de recaudar sus impuestos. Además el vigía avisaba de los incendios y pregonaba las horas del día. 




5) Volvemos de nuevo hacia la Marktplatz, sede también del Ayuntamiento de la ciudad, uno de los más bellos del siglo XVIII. Fue construido por el concejal y arquitecto Victor Kretz en 1784. Las fachadas reflejan un estilo a caballo entre el rococó y el clasicismo. 




6) Desde ahí vamos a visitar la Calle Engelgasse, la conocida como del Ángel y el Demonio (Höllengasse), una bellísima calle con las casitas típicas que en primavera y verano decoran con flores en sus ventanas chulísimas. Esta calle, y el rincón en el que desemboca, es un espectáculo de casas de entramado visto. Destaca en este emplazamiento la casa Scheffel. La casa lleva el nombre de su propietario y aquí vivió el abuelo del poeta Víktor von Scheffel. 






















7) Antes de despedirnos de la ciudad vemos la Torre de Niggel, que sobrevivió en un incendio que afectó a buena parte de esta ciudad en 1789. Como la Torre no estaba dentro de la Muralla, se salvó. Fue construida como torre de vigilancia y cárcel. La parte inferior fue construida en el siglo XIV, fue ampliada a finales del sigo XVI con una pieza sobrepuesta en forma de octógono. 



 Nos despedimos de Gengenbach y regresamos a casa a descansar.

Gastos del día

- Super mañana LIDL: 50,39
- Super Sasbachwalden: 3,78 euros
- Vino Sasbachwalden: 5,50 euros
- Parquing: 1,60 Gengenbach
- Cafeteria Gengenbach: 13,40 euros
- Super Gengenbach: 7,36 euros
- Super Lidl tarde: 64,27 euros

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