A las 12 llegamos a Emmendingen, a 13 kilómetros de Friburgo donde tenemos el segundo apartamento que hemos alquilado en la Selva Negra.
Soltamos las maletas, cogemos el coche y vamos a visitar Friburgo, donde decidimos pasar una tarde entera.
Dejamos el coche en un aparcamiento de pago muy cerca de la catedral.
Como no hemos comido todavía, lo primero que hacemos es parada en un restaurante en la misma calle del ayuntamiento y de la oficina de turismo: Rothaus. Ahí probamos el Kasesplatze, una especie de noodles muy parecidos en textura a los ñoquis, que se preparan con una crema de queso deliciosa.
Al terminar vamos directos a la oficina de turismo y empezamos a descubrir la ciudad.
Intentamos seguir la ruta que nos marca la guía, pero nos damos cuenta enseguida que lo mejor que podemos hacer por aquí es callejear y perdernos por esta maravillosa ciudad universitaria.
1) Plaza Rathaus y Ayuntamiento Nuevo.
2) Catedral.
3) Antiguo Puesto de Guardia.
4) Calle Konvik / Konvikstrasse.
5) Puerta de los Suabos.
6) Cafés en la calle Gerberau.
7) Museo de los Agustinos en la Plaza Augustiner.
8) calle Fisherau con sus balcones y su canal.
9) Puerta de San Martín.
10) Zona universitaria y helado. Universitatstrasse
11) Plaza de la Antigua Sinagoga y fuente de chorros. En la Plaza de la Antigua Sinagoga: los niños pasan un rato increíble bañándose en los chorros de la fuente. Tras el baño decidimos darnos un paseo de vuelta al Parque. En principio no íbamos a subir, pero todavía es pronto y decidimos desandar nuestros pasos y volver para subir a la Torre Schlossberg, en el Parque con el mismo nombre.
12) Vuelta a Munzgasse y subida al parque de Schlossberg.
13) Caminata hasta la Torre Schlossberg. Vistas. El camino hasta la torre es prácticamente todo de subida, primero sobre asfalto, cuando entras en el parque, y luego incluso a través de un sendero por los árboles. Pero el esfuerzo merece la pena. Las vistas de la ciudad son espectaculares si consigues superar el último tramo hasta la cima por una escalera de caracol :) Ánimo, porque merece la pena.
14) Vuelta al aparcamiento.
* Lo bonito que es ver los diferentes canales-riachuelos que hay en numerosas calles de la ciudad, donde los niños juegan con sus barcos de madera y los adultos hacen un alto para refrescarse los pies.
Ahora sí, bajamos de nuevo y regresamos al coche dando un paseo. Friburgo nos ha enamorado.
Gastos del día
- Penny supermercado: 80,29 euros
- Parquing Friburgo: 15 euros
- Comida Friburgo: 89,30 euros
- Helados Friburgo: 5,40 euros