jueves, 31 de diciembre de 2015

TOKIO EN FIN DE AÑO!!

07:00 ¡Arriba! Desayunamos tranquilamente y planificamos el día. A las 09:00 salimos del apartamento. Cogemos de nuevo la línea Yamanote de JR hasta Shimbashi. Nuestra primera parada de hoy es el mercado de pescado y, aunque hay una parada de metro más cerca, no nos entra con nuestro JR Pass, por lo que decidimos ir andando.

CURIOSIDAD: En Tokio los asientos de los vagones de los trenes ¡están calientes! Ponen la calefacción para que salga por los pies tan caliente que el calor llega a los asientos y es muy agradable. Además de muy limpios, los transportes que hemos cogido son hiperpuntuales y pasan con mucha frecuencia.

MERCADO DE PESCADO DE TSUKIJI: Es el mayor mercado de pescado del mundo y cada día mueve 2.400 toneladas de pescado. La subasta de atún, famosa en el mundo, empieza a las 05:00 de la mañana. El mercado interior lo encontramos cerrado por ser fin de año y no abrirá hasta el día 4, pero lo que es el mercado exterior está a tope, con miles de puestos de pescado y, para nosotros, un sinfín de curiosidades.



Además de dar una vuelta por los diferentes puestos, comemos unas castañas asadas buenísimas, un té con algas y aprovechamos para comprar unas rodajas de salmón para cocinar esta noche en nuestra cena especial de fin de año con salsa de soja. La experiencia de visitar este mercado es totalmente recomendable...




Desde ahí regresamos a la parada de JR y cogemos de nuevo la línea Yamanote hasta la parada de Ueno. Andamos buena parte de la Avenida Asakusa-dori parando en un par de supermercados donde terminamos de hacer la compra de lo que necesitamos para esta noche y llegamos hasta el Templo de Senso-ji. 


TEMPLO DE SENSO-JI: Hoy está repleto de gente y de puestecillos de comida y ofrendas, todo preparado para las fiestas de fin de año, ya que los japoneses (sobre todo los días 1 y 2 de enero) se acercan en masa para abrir las 'galletas de la suerte', una especie de papeleta que sacas al azar y que te dice cómo te irá el año. También se acercan para rezar y pedir por el año que entra o a escuchar las 108 campanas que repican cada noche de fin de año. Este último es el ritual del joya no kane, que simboliza los 108 pecados de la tradición budista que provocan el sufrimiento humano. 

Es el templo más visitado de Tokio y alberga una imagen dorada de Kannon, la diosa budista de la misericordia. A este complejo budista se accede por la llamada puerta del trueno (Kaminari-mon). Al frente hay una callecilla con cientos de puestos que se llama Nakamise-dori y al final, en el extremo opuesto al templo, hay una pagoda de cinco pisos. 










                             


Como al salir ya es tarde paramos a comer una hamburguesa y vamos de nuevo en busca de una parada de JR. 

Antes de ir a casa queremos parar en la zona de Ebisu y Meguro para ver el templo de ZOJO-JI, uno de los más importantes de la rama budista Jodo (Tierra Pura) que alberga las tumbas de seis sogunes. El templo es de 1363 y se ha reconstruido varias veces, la última en 1974. Resulta especialmente curioso ver el contraste entre el templo y la torre de Tokio justo al lado. Un buen momento para visitar este templo es al atardecer, cuando las luces de la torre están encendidas. 

















Una vez salimos de ahí nos vamos a casa, donde descansamos un rato y nos preparamos para hacer la cena de Nochevieja. Nuestro menú de fin de año: 


Primeros

* Galletas saladas
* Pan de pasas
* Queso Brie
* Sopa "soba" de fideo largo (el fideo largo se come en Nochevieja porque, dicen, traerá una vida larga)

Segundo

* Salmón a dados con salsa de soja

Postres

* Dos tipos de tarta de fresas y nata

Bebidas

* Cerveza
* Coca-cola
* Sake




Tras la cena, sobre las 23:30 horas, nos abrigamos a tope y salimos con nuestra bolsita de 12 uvas a celebrar el cambio de año. Teníamos pensado celebrarlo en el cruce de Shibuya, pero la policía ha decidido este año prohibir el acceso justo en el centro por la aglomeración de gente, de forma que nos tenemos que quedar en una de las calles colindantes. De todas maneras el ambiente es increíble. 

A las 23:55 nos preparamos nuestras uvas y con youtube y un vídeo de las campanadas nos las comemos en plena calle, rodeados de japoneses que no reaccionan al cambio de hora y acordándonos de los nuestros que en estos momentos están terminando de comer en España y aún les quedan horas para que puedan ellos comerlas... :)))

De ahí, decidimos coger el JR y acercarnos un rato a uno de los templos de la zona, para ver cómo viven los japoneses una noche de fin de año. El templo elegido es el Meiji-Jingu: el santuario sintoísta más grande de Tokio, a tan solo una parada de nuestro apartamento (JR Harakuju). Llegamos pasadas las 00:30 (hoy el transporte funciona toda la noche) y nada más llegar vemos que está a tope. La parte del templo en la que puedes entrar para pregar está abarrotada y la gente hace cola para que le llegue su turno de entrada. ¡Los que controlan la cola nos cuentan que hay una espera de dos horas para acceder!






En otra parte del recinto del templo hay un sinfín de mesas y puestos de comida y la gente está celebrando la entrada del nuevo año.

Este santuario fue construido en 1920 y bombardeado durante la II Guerra Mundial. Se reconstruyó en 1958. La torii de madera, de 12 metros, fue creada con cipreses de Taiwán de 1.500 años de antiguedad. Tras pasar un rato paseando por la zona regresamos al apartamento a descansar. 

GASTOS DEL DÍA

- Supermercado: 5.689 yenes
- Uvas: 540 yenes
- Salmón: 750 yenes
- Metro: 510 yenes los tres
- Burger: 1.570 yenes

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