lunes, 29 de diciembre de 2014

¡PETRA!

07:30 Suena el despertador. Hemos dormido muy poco y estamos agotados, pero el deseo de ver Petra puede mucho más que cualquier cansancio, así que después de desayunar en el hotel donde nos alojamos, Petra by night, cogemos el coche hasta el complejo.

Nuestro hotel está como a unos 10 minutos en coche de Petra y fuera del recinto hay posibilidad de dejarlo aparcado durante todo el día en un gran número de plazas gratuitas. Nada más llegar, justo en la entrada, hay como un centro de visitantes donde tienes que comprar la entrada en función de los días que quieras acceder al complejo. Hay de un día, de dos días... Nosotros tenemos intención de pasar todo el día de hoy y un rato por la mañana del martes, así que compramos la entrada de dos días.

ENTRADA A PETRA 

- 1 día = 50 JOD
- 2 días = 55 JOD
- 3 días = 60 JOD

Visitar Petra podría llevarte días y días. Hay un sinfín de rutas y caminos entre los que perderte, pero si vas con el tiempo justo hay una serie de lugares imprescindibles que no debes perderte. Existe la opción de coger un camello, burro o incluso un caballo para moverse de un sitio a otro dentro de la ciudad nabatea, pero nosotros preferimos ir andando de un lado a otro.

La primera toma de contacto con Petra, justo después de el camino de entrada, es el Siq, un enorme desfiladero de 1.200 metros de longitud, antesala de la famosa fachada llamada El Tesoro de Petra, que te dejará sin palabras.











Recorrer el Siq por primera vez es mágico, pero aún te sorprende más si cabe cuando te descubre El Tesoro al final del camino. Describir lo que sientes en cuanto llegas allí es complicado, de repente te parece increíble que algo así pueda existir, una enorme fachada de 30 metros de ancho por 43 metros de alto que deja boquiabierto a todo aquel que la ve por primera vez...y por segunda, por tercera... Nunca terminas de creerte que algo así se haya podido levantar.

Como decíamos antes, como no teníamos mucho tiempo, decidimos ir primero a visitar otro de los imprescindibles de Petra que queda más lejos de la entrada, el llamado Monasterio.Se accede a través de un recorrido de 800 peldaños tallados en la roca, pero con vistas impresionantes durante la escalada. Parecido en su diseño al Tesoro, tiene su propia belleza y merece la pena el duro camino que hay que hacer para llegar a él.













Tras pasar un rato por los alrededores del Monasterio regresamos para seguir descubriendo otros rincones de Petra. Es de vuelta cuando vemos el Templo de los Leones alados y la calla columnada, y el templo de Qasr al Bint, el principal edificio de la capital nabatea y, según leemos, el único edificio independiente en Petra que ha sobrevivido a siglos de terremotos e inundaciones.



A la salida de Qasr al Bint nos dirigimos hacia las Tumbas Reales (Urna, del Palacio, y de Sextius Florentinus), unos enormes espacios excavados en la montaña para alojar antaño a los dignatarios nabateos.







Frente a las tumbas se puede ver también la calle de las fachadas y el teatro. Todo en Petra es impresionante, incluso perderse entre los senderos que hay detrás de las montañas y que te pueden llevar a sorpresas como, cuando llegamos al final de uno de estos caminos, poder ver El Tesoro desde arriba, lejos del bullicio de los visitantes.




Derrotados después de todo un día andando y por las emociones vividas, sobre las 17:00, cuando ya empieza a oscurecer, emprendemos el camino de vuelta. No cierran mucho más tarde y queremos aprovechar para cenar algo antes de volver al hotel a descansar.

A la salida de la ciudad de Petra hay numerosos locales donde puedes picar algo antes de regresar a
descansar.




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